Por favor, te pido que seas escéptico/a con todo lo que voy a decir, no tengo la verdad absoluta. Siempre compruébalo. Hoy hablaré de un tema que por lo que he podido observar, brilla por su ausencia en esta sociedad egótica: el amor propio. Algunos síntomas que se manifiestan en esta falta de amor propio son:
- Comparación. No sabes cómo lo haces, pero siempre terminas comparándote con los demás: tu belleza, tus posesiones, tu statu quo, tu inteligencia etc. De aquí surgirá el complejo de inferioridad, creyéndote que eres "menos" que el otro. También se puede visualizar un complejo de superioridad, creyéndote que eres "más" que el otro.
- Víctima. Te gusta compadecerte de la vida que llevas. Tu actitud no es la de tomar responsabilidad sobre ti mismo.
- Quejas y más quejas. No eres capaz de aceptar la realidad. Coges una vibración negativa en la que tu ego quiere imponer sus deseos y necesidades.
- Juicio. Siempre acabas criticando a los demás con perseverancia. A lo mejor lo que estás ocultando es una fuerte envidia.
- Dependencia. Tu bienestar emocional está sujeto siempre a lo externo: tus creencias religiosas, el tarot, tu pareja... Tienes como patrón mental tu cese de sufrimiento en el futuro, olvidándote del Ahora.
- Miedo al error, al rechazo y a la incertidumbre. Tienes como creencia la de necesitar hacer todo bien. Te tomas el rechazo como algo personal; ya sea en el ámbito laboral, estudiantil o en el momento de buscar a alguien para tener alguna experiencia en tu alcoba. Por último la ansiedad extrema se apodera de ti ante cualquier circunstancia venidera.