Esquizoafectivo

 No tengo la Verdad Absoluta. Corría el año 2015 cuando mi mente se separó de la realidad por primera vez. Me encontraba con una euforia exacerbada y mis familiares más cercanos empezaron a darse cuenta. No se encontraba para nada dentro de la normalidad. Delirios de grandeza discurrían en demasía por mi cabeza, además de otra serie de creencias que no me darían ningún beneficio. En aquella época no ingresé en ningún hospital psiquiátrico pudiendo recuperarme completamente desde casa. Fue una experiencia muy bizarra. Cuyo principalmente desencadenante fue el estrés que había llevado conmigo durante todo el año. Una distorsión que poco a poco se fue introduciendo y dirigiéndome  a una especie de "explosión". Ya había tenido experiencia con otro trastorno mental el año anterior, pero nunca de tal calibre. Esto me venía grande. Al principio se pensaba que podría ser un trastorno bipolar, aunque luego esta hipótesis resultó descartada. Esto ocurrió años más tarde en el 2018, cuando terminando el ciclo de grado superior de técnico en laboratorio clínico y biomédico tuve otro brote psicótico. Impactando tanto que esta vez sí ingresé en la parte psiquiátrica del hospital civil de Málaga. No fue un episodio que tuviese mucha duración, pero fue mucho más fuerte. Lo que hizo que esta vez se cambiara el diagnóstico por el de trastorno esquizoafectivo. Una enfermedad mental grave que se caracteriza por la mezcla de síntomas pertenecientes al trastorno bipolar como puedan ser la manía ( estado de euforia en la que el individuo se sumerge en una serie de delirios que lo separan de la realidad) o la depresión junto a otros síntomas característicos de la esquizofrenia como puedan ser las alucinaciones auditivas o delirios de autorreferencia. La experiencia dentro del psiquiátrico fue bastante dura, aunque llegó a ser algo más liviana por las visitas de mis padres  y la de mi hermana (que por aquel entonces no se encontraba en España haciendo su vida en Inglaterra) El primer día de mi estancia allí tuve una reacción alérgica por un medicamento. Por suerte la gente que trabajaba allí fue rápida y pudieron eliminar ese ese efecto. Había un pequeño patio dónde se hablaba con los demás ingresados allí. En alguna ocasión recuerdo incluso haber jugado allí con una pelota de baloncesto. Me derrumbaba de verme allí en algunos momentos. Sobre todo en las noches. Uno de esos días acabé llorando más de lo normal porque no tenía visita. Todavía sigue en mi mente ese día con gran claridad. En las habitaciones se compartía estancia con otro paciente. Había dos camillas, un armario empotrado y el cuarto de baño. Las duchas eran por la mañana a una hora específica. Los desayunos, los almuerzos y las cenas también tenían su tiempo. Allí hice algunas amistades. Fue una época muy caótica y extraña en mi vida. Mi estancia allí duró una semana. Una semana que se hizo bastante larga. No fue el último episodio que tuve. En el 2020 llegué a tener otro brote. Cuyos síntomas durarían más o menos un mes aproximadamente. Llegué a tener incluso alucinaciones auditivas. Los delirios también se presentaban con gran frecuencia ej. : Creencias de que soy el elegido para salvar el mundo, un día me despertaba que era un determinado famoso etc. Euforia exacerbada también se manifestaba todos los días en los que duró el brote psicótico. Podríamos llamarlo un período de manía. En conclusión, mi vida ha estado muy marcada por la enfermedad mental, pero esto no me ha llevado en ningún momento a una situación de víctima.

Nuevo término

 No tengo la verdad absoluta. Ni quiero tenerla. Comprueba todo lo que digo con tu propia experiencia de vida. Es la mejor forma de que puedas trascender a una nueva consciencia. Estamos acostumbrados a pensar que la autoestima sana es decirse a uno mismo en una narrativa positiva algunas cosas de las que estamos agradecidos. Te pondré un ejemplo de un diálogo interno de una persona con una autoestima sana: "Mi vida no está tan mal, tengo amigos que me quieren, un trabajo en el que ganó un gran sueldo, un gran coche..." Esta forma no es la más indicada de abarcar la aceptación incondicional de uno mismo. Porque estamos haciendo depender nuestro amor propio de las diferentes cosas de las que dispongamos. No nos paramos a pensar que nosotros no somos ninguna de estas cosas. Porque si nos identificamos con cada una de ellas estamos condenados colocando una parte de nosotros en algo externo. Por otra parte está la autoestima insana. Un ejemplo de un diálogo interno de una persona con este tipo de autoestima podría ser: " Mi vida es una mierda, mi pareja no me hace caso y no es como yo quiero que sea, tengo un coche horrible, todo me va mal..." Obviamente sale mucho mejor presentar una autoestima sana que una insana. No nos engañemos, las personas con una autoestima sana como el ejemplo que acabo de poner presentan una felicidad muy superficial. Por eso la próxima vez que te preguntes de dónde viene el verdadero amor propio tienes que saber que la respuesta está en la esencia y no en el mundo de las "formas" derivando nuestra identidad de ellas. ¿Quién sabe? ¿ ¿Habrá que buscarse un nuevo término que no sea la palabra autoestima?

¿Quién soy?

SERVICIOS DE COACHING EMOCIONAL: TITULADO POR LA UNIVERSIDAD ANTONIO DE NEBRIJA. Me presento, soy un chico con 23 primaveras a sus espal...