Es en esta sociedad, completamente eclipsada por el tener y las posesiones, donde la cultura del bienser no se ha impuesto todavía. Por lo que tanto nos cuesta elevar nuestro nivel de consciencia, nuestra vibración también se ve mermada. Somos marionetas de nuestra parte egoica. Reaccionando ante todos los hechos en forma de piloto automático. No estoy diciendo que tengamos que demonizarlo. Esto sólo complicará un poco más las cosas. Por lo que el único escape del sufrimiento del que tanto estamos acostumbrados es ir hacia un camino de autoconocimiento. Un sendero completamente insólito para un individuo tan acostumbrado a estar en una parte muy superficial. Y es que nos encontramos completamente volcados externamente. Siendo este uno de nuestros grandes problemas. Es nuestra responsabilidad volver al Ser. Volver a lo interno. Volver a la unión. Porque es el ego el que crea separación. Provocándonos la dualidad. Llevándonos por tanto a ese desasosiego que tanto hemos podido experimentar en algunas ocasiones.