No tengo la verdad absoluta. Es un hecho que la mayoría de las circunstancias que ocurren en nuestra vida no son las que realmente queremos. Suelen presentarse de una manera que pueden llegar a provocarnos un gran dolor y sufrimiento. Nuestro ego reacciona ante estos hechos victimizándose, manteniéndonos en un plano muy inconsciente. Y es que esta ley dictamina que todos los sucesos que ocurran a lo largo de nuestra existencia poseen un gran poder, haciéndonos despertar. Estos hechos se muestran para mostrarnos todo lo que todavía no hemos conseguido aceptar. Pudiendo así crecer en madurez emocional y dejar atrás esa actitud infantil que tantas emociones destructivas nos ha podido producir. Partiendo desde un plano completamente diferente. Cayendo en la cuenta que es viable adquirir un gran control sobre nuestras emociones. Todos los hechos que nos presenta el Universo tienen una gran razón de ser si somos capaces de ver más allá. Y esa razón no es más que la de adquirir una actitud estoica e interiorizar que hay multitud de realidades como personas hay en este mundo. Siendo nuestra responsabilidad adquirir el prisma que menos perturbación pueda llegar a construir. Tiene que convertirse en un deber agradecer todo lo que nos ocurra en la vida. Si es para tener una mayor fortaleza emocional, bienvenido sea.
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